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Tras el gran Mundial sub 20 de 2005 celebrado en Holanda, uno de los nombres que quedó en la mente de mucha gente fue el de John Obi Mikel, por aquel entonces jugador del Lyn noruego. Recuerdo que fue él quien guió a la selección nigeriana hasta la gran final, portando el grandioso número 10 en su camiseta. Allí sucumbió ante Argentina, liderada por Messi, pero durante el torneo nos mostró su enorme visión de juego, calidad, buena técnica y un fenomenal último pase. Era él quien dirigía todo el juego ofensivo nigeriano y poseía un potente disparo de larga distancia.

Como muchos de los que le descubrimos en ese campeonato disputado en los Paises Bajos, Manchester y Chelsea pujaron muy fuerte por el africano y, aunque termino siendo blue, su fichaje no quedó exento de polémica.

Ahora, cuatro años más tarde, Mikel es un jugador totalmente diferente, en su llegada al Chelsea le recolocaron para ser un centrocampista todoterreno, un hombre fuerte en la recuperación y que sabe distribuir en el centro. Se trata de uno de los grandes todocampistas de la Premier, siendo junto con Ballack el mejor aliado de Essien. Llama la atención su recolocación en el campo, dada su calidad y lo que demostró en las categorías inferiores nigerianas. Todavía, a sus 22 años, tiene tiempo para volver a deslumbrarnos con su excelente calidad y juego.

Un par de años más mayor que Mikel, el punta de referencia de la selección italiana era Graziano Pellè, que aún pertenecía al Lecce, pero durante esa media temporada estuvo cedido en Udinese. Jugador de enorme calidad y una exquisita técnica con los pies, le gusta mucho recibir de espaldas para la incorporación de un hombre de segunda línea o un delantero acompañante. Buen juego aéreo y bastante comprometido con el equipo cabe decir que sus registros goleadores nunca han sido demasiado elevados. Sin embargo fue uno de los pocos que destacó en esta selección que fue eliminada en cuartos, por penaltis, ante Marruecos.

Tras muchos años de cesiones en Lecce, en el verano de 2007 AZ Alkmaar decidió adquirir a este joven para continuar su proyecto y, por fin, terminar de hacer frente a los gigantes holandeses. El italiano llegó al equipo del DSB Bank por 6 millones de euros, algo que por el momento parece una cifra escandalosa si lo comparamos con el rendimiento que prometía. Ni se ha consolidado como titular, ni ha realizado buenos partidos, ni ha conseguido anotar una cifra seria de goles.
Esta temporada únicamente ha conseguido 2 goles en 7 partidos, mientras que en las dos anteriores anotó tres cada temporada en 20 y 27 partidos jugados.

Por ahora los titulares en la punta del equipo de Koeman son el marroquí El Hamdaoui, Lens o Dembélé, lo que únicamente le vale para situarse en una malísima octava posición en la Eredivisie y realizar una más que discreta Champions. Aún muchos confiamos en su potencial, y se espera un gran rendimiento de él.

Los laterales brasileños son el sueño de muchos equipos, disponen de un gran cartel en el continente europeo, por lo general son muy rápidos, atacantes y con una gran técnica. En aquella selección brasileña el lateral derecho era Rafinha, una de las sensaciones del torneo con sus continuas incorporaciones por banda, como si de un extremo se tratara, con mucha llegada y un gran golpeo a puerta. Su gran calidad a la hora de encarar a los rivales incluso haciendo chilenas en área contraria y los dos goles que anotó en el Mundial asombraron a toda Europa. Y fue ese verano cuando 5 millones hicieron que viajara de Coritiba a Gelsenkirchen, para fichar por el Schalke.

Ha sido internacional con Brasil en una ocasión, y su ausencia se debe a la enorme calidad de los jugadores de esa zona (Alves y Maicon). Estuvo a punto de fichar por la Juventus este verano, y al final parecía todo hecho con el gigante alemán Bayern Munich, pero las relaciones se rompieron y se encuentra a las órdenes de Magath. Tardará poco tiempo en salir del Schalke y volver a demostrar la gran calidad que le atesora.