fútbol de todo el mundo

Desde hace mucho tiempo, en un partido de Shakhtar Donetsk, me llamó la atención un centrocampista con melena rubio. Era de corte defensivo pero tenía mucho rigor a la hora de mover la pelota, amén de ser perfecto tácticamente, algo así como una prolongación del entrenador. Resulta que ese jugador se llamaba Tymoschuk, un ucraniano que ya hace más de 10 años el club de Donetsk fichó por 125.000 euros y que ya en la época en la que el equipo estaba lleno de brasileños y con el multimillonario Rinat Akhmetov como presidente, se vendió por más de 14 millones al todopoderoso Zenit.

Allí, con Dick Advocaat conoció la gloria, aunque los méritos solían llevárselos otros como Pogrebnyak o Arshavin, cuyo juego era mucho más vistoso. Consiguieron ganar la Premier Liga y al año siguiente la UEFA, y la Supercopa de Europa, en lo que se consideró como un auténtico boom en Europa.

A pesar de todo ello, Anatoliy ha tenido que esperar a este verano para llegar a una de las ligas fuertes europeas. Y ha sido el Bayern, con una revolución total en su equipo, el que ha tenido la suerte de contar con él en sus filas. Llama la atención que haya tenido que ser con 30 años, puesto que dispone de un fútbol de gran nivel.

Así, el Bayern gana un gran centrocampista, seguramente algo que no dispone desde los tiempos del temible Effenberg. Además de la experiencia que puede aportar al equipo, es un gran centrocampista defensivo, con una colocación muy buena sobre el campo y, como ya hemos comentado anteriormente, un rigor táctico bastante bueno. No se trata de ningún jugador torpe, le gusta sacar el balón jugado y bajar a recibir en defensa y su desplazamiento en largo es envidiable. Por último, cabe destacar su buen juego aéreo y su gran físico, un jugador totalmente incansable.

Es, sin duda, un gran fichaje para el Bayern, va a conseguir darle un gran equilibrio, con el objetivo de volver a conseguir ganar la Bundesliga, a pesar de su desastroso comienzo.