fútbol de todo el mundo

Aún hoy recuerdo sus primeros día como valencianista, llegado de un auténtico equipazo como es Internacional de Porto Alegre, donde dejaba como primer guardameta al excelente Lauro. Cinco millones parecía un precio desorbitado por un portero desconocido para el gran público; tan alto fue que le pudo la presión de la olla de Mestalla y, estoy seguro, también apareció la interminable sombra de Cañizares, retirado sólo una temporada antes.

Las opciones en la portería pasaban por mantener a un joven canterano que no había pisado la Primera División, Vicente Guaita, o poner al defenestrado portero alemán que otrora fue uno de los grandes cuando defendía el arco del Stuttgart, Timo Hildebrand. La llegada del brasileño le dio un aire totalmente renovado al equipo, pero nunca llegó a encontrar estabilidad que se busca en un equipo de la talla del Valencia; aún así parecía la opción de mayor claridad.

Y todo esto se truncó en el mercado invernal, con la llegada del veterano César Sánchez del Tottenham, a quien nadie pudo quitar de la portería. A partir de ahí todo fue otra historia para el equipo ché. Lo hizo tan rematadamente bien que se ganó otro año de contrato. A esa dura competencia se le sumaba este año el fichaje de un prometedor Moyá, que algún día analizaremos, pero que parece que de momento ha retrocedido unos cuantos pasos de gigante en su progresión.

Así, el tres veces internacional con la verdeamarelha se fue cedido al Xerez Deportivo en su primer año como equipo de Primera División. Han bastado 22 jornadas para convencer a muchos, entre los que me encuentro, para demostrar que es un portero válido para la máxima categoría española y para seguir desmintiendo eso que últimamente muchos se empeñan en negar, los porteros brasileños ya no son ninguna lacra. En el sur de España ha demostrado una tremenda seguridad, mucha experiencia y cabeza fría para aguantar en un equipo que poco a poco va saliendo del pozo en el que está sumido y, sobre todo, grandes dotes de calidad, ya sea por su gran agilidad y acrobáticas paradas o por la regularidad que mantiene bajo los palos. Muchas de las escasas esperanzas de salvarse pasan por la portería, y por este brasileño de 25 años.

El año que viene la competencia va a ser muy dura en la ciudad del Turia, si continúa Emery tendrá una difícil elección. Veremos si César decide continuar y sigue en la excelente forma actual, y si Moyá despierta del eterno letargo que parece; el que parece seguro volverá a ser cedido es Guaita, que es el que cuenta con menos opciones en el Valencia. Todo un lujo contar con cuatro grandes porteros antes de comenzar la temporada.