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Para llevar a cabo este trabajo, Preciado ha conseguido tener dos porteros de confianza: Juan Pablo y "Pichu" Cuéllar. El primero procede del Numancia, donde realizó una gran temporada, sin evitar el descenso de su equipo; actualmente es el titular en la portería del Sporting, y su comienzo de temporada es realmente bueno, destacando su actuación ante el Almería. Cuéllar fue uno de los refuerzos de lujo de la temporada pasada, pero ha tenido problemas con las lesiones, y actualmente acaba de salir de una. Seguramente termine siendo el titular, puesto que cuenta con unas condiciones extraordinarias para ser titular de un equipo como éste, donde la temporada pasada consiguió consolidarse y salvar al Sporting en muchas ocasiones.

Respecto a la defensa, se han modificado bastantes cosas. La primera, los centrales; lo que tanto falló el año pasado, lo que era una auténtica autopista para los ataques contrarios. Ha llegado del fútbol portugués Gregory Arnolín, del que muchos temían poniendo el antecedente de Jurgen Colin, pero no le ha hecho falta mucho tiempo para demostrar que es fuerte, va bien al corte, es muy bueno en el juego aéreo tanto defensivo como ofensivo, incluso goleador como demostró en Valencia, y le gusta mucho anticiparse. El otro central habitual es Botía, cedido del Barcelona, que se ha asentado en el equipo de manera excelente; pone más la calidad y la colocación, sabe jugar el balón jugado y tiene una proyección impresionante; actualmente se encuentra en el Mundial sub 20, partidos en los que le ha sustituido otro que fue canterano del Barcelona, Gerard Autet, y ha estado realmente bien sabedor de la competencia que este año sí tiene, y aportando su granito de arena al equipo.

Para los laterales, en la izquierda como siempre el magnífico Roberto Canella, netamente ofensivo, con calidad y del que se espera mucho otra temporada más. Puede ser uno de los fichajes de un equipo grande al finalizar la temporada. Como recambio está José Ángel, que empezó a jugar por la lesión de Canella la temporada pasada, pero el de Roces se ganó al público con unas características parecidas a Roberto, a lo que une un disparo tremendo. Por la derecha, tras la "movida" interna por la salida de Raúl Cámara (Preciado le quería en el equipo, pero la directiva hizo caso omiso), el capitán Sastre y Lora se disputan la titularidad. Y sí, sorprende que Lora juegue en esa posición, pero lo está haciendo realmente bien, siendo muy ofensivo, conduciendo balón hasta arriba y poniendo el balón, aunque en defensa es mucho más flojo que Rafa Sastre, que tiene una experiencia y un mando en el equipo determinantes.

Otro de los problemas que era frecuente era el del centro del campo, donde había un hombre casi inamovible como Michel, al que le acompañaba otro defensivo, ya fuera Matabuena o Diego Camacho. Pero este año llegó un refuerzo de lujo, Rivera, un organizador con mucha experiencia en Primera, que saca el balón jugado, bajando a recibir prácticamente a defensa y con una distribución excelente. Michel es su compañero y, a pesar de que este verano estuvo a puntito de irse al Birmingham, en Gijón podrán disfrutar un año más de su fútbol completo, ya que se desenvuelve bien en todos los aspectos.

Por todo esto el Sporting ha mejorado notablemente, consiguiendo un equilibrio del que no disponía la temporada pasada, y si sigue como ha comenzado la temporada no tendrá excesivos problemas a la hora de salvarse.